manifiesto
La vida se despliega por naturaleza.
Siempre presentando sorpresas espontáneas.
Con alegre compasión nos da información precisa para crecer, nutriendo la tierra para la futura cosecha.
Apuntándonos siempre hacia nuestra naturaleza interior, para recordar nuestra fuente.
La vida es movimiento, nos refresca, nos recuerda como un fractal con especificidad y a la vez totalidad.

Nuestro propósito es recordar, reconocer y celebrar esto.

Cuando nos damos cuenta de que todo se despliega constantemente, podemos descansar y abrirnos a posibilidades generosas.
No estamos controlando ese proceso siempre cambiante, hay una fuerza más profunda que nos guía. Nos invita a escuchar nuestras fuentes más profundas de sabiduría para discernir sobre nuestro llamado. La capacidad de crear. Somos la co-creación de la vida.
No somos el creador, sino el punto focal en el que el sol se reconoce como el rayo.
En tiempos de oportunidad sistémica de transformación, que el miedo sea un trampolín y no una pared. Atender una llamada desde la sabiduría atemporal del amor, a conectar a través del espíritu y colaborar colectivamente en nuestro despertar.

Principios guía
El espíritu es la guía.
Sólo necesitamos abrir un espacio intencional para que emerja.
¿Tiene la cualidad de la poesía?
Pistas: tiene un ritmo resonante, trae lo invisible a la luz, tiene un órden/composición divina, trae alegría, enciende la imaginación, nos eleva.


¿Muestra la belleza potencial de todos?
Naturaleza, seres humanos y comunidad.
¿Podemos, compasivamente y al ritmo más sabio, despertar a la intensa expansión del fractal que somos?


¿Está arraigado en esta encarnación?
¿Hay tierra para que crezcan los brotes?


¿Estamos invitando a la inteligencia del cuerpo?
¿Está tomando forma?
